Infantil

Fomentar el desarrollo y el crecimiento del niño.

Algunas de las corrientes educativas más modernas postulan que deben ser los niños los que descubran sus propios juegos. Cada niño desarrolla sus habilidades innatas mediante las herramientas que él mismo descubre. Los educadores ponen diversos tipos de material didáctico en diferentes rincones de la sala y son los niños quienes los descubren y los utilizan a su manera. Las Lunio Story Cards* son una magnífica herramienta para este tipo de dinámicas educativas porque con ellas se inventan sus propias normas y sus propios juegos. Algunas de las facultades personales que se ejercitan con este material didáctico son la expresión oral y corporal, la creatividad, la imaginación, la motivación, la memoria y la motricidad fina.


Según la filosofía de María Montessori, la educación no debería ser sólo impartir conocimiento, sino un nuevo camino hacia la realización de las potencialidades. En el año 2018 Lunio ha descubierto la existencia de las Story Stones, que son piedras con dibujos (hechos a mano por los usuarios) que los niños más pequeños pueden usar para jugar con sus tutores a mirarlas, reconocerlas y crear relatos de ficción, siguiendo el método Montessori. También con las Lunio Story Cards puedes practicar ese tipo de dinámicas con los niños más pequeños, es decir, de menos de seis años. Por lo visto, hace varias décadas había niños catalanes que jugaban "a ventis" (aventuras) sin cartas ni piedras ni dibujos, es decir, uno empezaba inventándose una historia (un relato, una aventura) y seguía narrándola hasta que, al rato, otro seguía el hilo otro rato contando más cosas y después seguía otro niño y así.

"¿Sabes que la semana pasada les hice jugar a los niños con tus cartas inventando historias? Y les encantan. Los míos tienen entre 2 y 6 años. Con los que contamos historias que les ha gustado tienen 5" (Angie, educadora Waldorf).

- De 6 a 9 años ya serán ellos los que jueguen perfectamente y con gran entusiasmo a "La gran historia" construyendo el relato en grupo. A partir de esa edad, por supuesto que esta baraja sirve también para muchas cosas. Los adultos juegan con ella perfectamente y se divierten como niños adultos que son. La baraja Lunio es una herramienta para todas las edades.


Para Lunio, los diferentes aspectos del humano deben ser desarrollados, ya sea por separado o de forma integral. Si llevamos a cabo esta tarea desde la infancia, tanto mejor. Las personas estamos compuestas por cuerpo, emociones, espíritu y mente. Lamentablemente, las capacidades que suele potenciar la educación convencional son pocas y limitadas: son el intelecto, la memoria y la competencia. Veamos qué facultades personales pueden estimularse y fomentarse mediante los juegos que se proponen para esta baraja. Las explicaremos agrupadas en esos cuatro ámbitos o dimensiones de la existencia.

Mente.- La narración de historias es un trabajo mental que ejercita el dominio del lenguaje. Si esas historias son inventadas sobre la marcha, hablamos de improvisación y para ello se emplea la imaginación y también la creatividad. Concretamente, al usar las Lunio Story Cards para crear relatos, se suelen ejercitar también el ingenio y la capacidad para interpretar símbolos, mediante un trabajo de abstracción o metáfora. Por ejemplo, si sale la carta de la manzana y el jugador dice "Se comió una manzana" no hay tanto ingenio y abstracción como si dice "Se envenenó". En el segundo caso, se omite la palabra "manzana" y se utiliza la idea del "veneno" asociada a la manzana en base a conocimientos culturales: una manzana puede estar envenenada tal como sucede en el popular cuento de Blanca Nieves. Dependiendo del juego, pueden trabajarse también otras facultades como la memoria y la competitividad, aunque éstas dos ya están bastante presentes en nuestra cultura.

Alma.- La empatía, el humor y la cooperación son facultades propiamente emocionales que también se desarrollan en los juegos de creación narrativa que facilitan las Lunio Story Cards. En el ámbito de lo emocional están la diversión y la realización que suelen generar los juegos con estas cartas. Cuando alguien no sabe qué carta poner y pone una diciendo algo un poco extraño o absurdo, todos suelen reír juntos. La dificultad, el error y el fracaso se viven con humor y compañerismo. Se pierde el miedo al ridículo y se entra en confianza. Además, los complejos desaparecen porque la culpa siempre puede echársele a las cartas: "Es que, con las que me han salido, no se me ocurre otra cosa". Por otro lado, cuando las imágenes que salen sí concuerdan con lo que se está narrando, también se genera risa y diversión. Cuando alguien enlaza muy bien su carta con lo que se viene diciendo, también es motivo de alegría en el grupo. Y, finalmente, el simple hecho de crear un relato es algo que nos da satisfacción y nos hace sentir capacitados y realizados como artistas, como creadores o como personas. También se asocia con lo emocional nuestra dimensión moral: algunos juegos de la baraja Lunio requieren que los jugadores sean sinceros o altruistas, por ejemplo.

Cuerpo.- En el ámbito físico o corporal, el manejo de las cartas permite ejercitar la motricidad fina, es decir, el manejo de los dedos y las manos a la hora de mezclar, cuadrar las cartas, cortar el mazo, extender sobre la mesa, agarrar un naipe y mostrarlo, etc. Además, muchos juegos teatrales con las Lunio Story Cards permiten ejercitar la expresión corporal, el teatro físico y la mímica o incluso el yoga. Si habláramos de hacer juegos de ilusionismo o magia, también un amplio abanico de habilidades físicas pueden llegar a desarrollarse al emplear la baraja para sorprender a un público. También el dominio de los gestos y de oratoria se trabajan en cualquier disciplina escénica o teatral que llevemos a cabo con esta baraja: ilusionismo, cuentacuentos, improteatro, debates, impropoesía, etc. Al hablar frente a otras personas estamos haciendo oratoria y debemos cuidar la vocalización, la respiración diafragmática, la proyección de la voz, la mirada, la posición del cuerpo, etc.

Espíritu.- Una comprensión profunda de la naturaleza del mundo y de las personas nos ayuda a acercarnos a la espiritualidad que, se experimenta calmando la mente para encontrar sosiego, seguridad y luz interior. La cosmovisión de Lunio está presente en la estructura de la baraja, formada por palos y números que se corresponden con los elementos de la naturaleza y ciertas temáticas. Filosofar sobre estas cuestiones nos ayuda a comprender las dimensiones de nuestra existencia, paso previo para tomar consciencia de ellas y acceder a experimentarlas, sin olvidar nuestra dimensión espiritual, que es la base sobre la que se apoyan las demás. Podemos ser espirituales sin ser religiosos. Experimentar el propio espíritu o encontrar a Dios dentro de uno mismo no necesariamente significa creer en la vida tras la muerte pero, al menos, creceremos como personas al descubrir en el presente la existencia de energías que forman parte de nuestra vida. Esas energías están en nosotros pero solemos ignorarlas, por lo que decimos que pertenecen al inconsciente. Al tomar consciencia de ellas, sentirlas internamente y nombrarlas, quedan al alcance de nuestra mente y se ilumina una parte de nuestro inconsciente. De ahí la importancia simbólica de las luces y las sombras (nombre que recibía antes la baraja Lunio).

En esta web hay más de cien juegos que puedes realizar con las Story Cards. Algunas de esas dinámicas se le han ocurrido a Lunio, otras se le han ocurrido a sus amigos y a profesionales de diferentes sectores que usan las Lunio Story Cards y también algunas están inspiradas en juegos clásicos que se venían realizando en diferentes ámbitos, ya fuese con otras cartas o sin cartas.

Muchas veces, los maestros y educadores inventan sus propios ejercicios para emplear las Lunio Story Cards con sus alumnos, dependiendo de sus ocurrencias, de su experiencia y de aquello que temario académico exige que sea aprendido. Estos tutores son personas inquietas, apasionadas y creativas que nos inspiran con sus dinámicas. Podemos realizar todos esos ejercicios que están explicados en este espacio virtual o página web.

Por otro lado, los jugadores y los niños muchas veces inventan sus propias dinámicas con las Lunio Story Cards. En cierto modo, ésta es una de las cosas que viene a decirnos el método Montessori: que pueden ser los niños quienes inventen los juegos con estas cartas. Incluso, hay padres y docentes interesados exclusivamente en el juego libre y no estructurado. Expondremos algunas propuestas, aunque solo sea a modo de ejemplo e inspiración.



- Veamos algunas actividades realizadas espontaneamente por menores de 3 años con las Lunio Story Cards. Tomo como ejemplo una bebé de un año muy simpática llamada Cloe. Juegos que hacen por si solos los mas pequeños:
Meter cartas entre dos sofas.
Tirar cartas desde el sofa hacia el suelo con los pies o agarrandolas con las manos.
Hacer un cilindro curvando una carta y hablar poniendo un extremo junto a los labios.
Agacharse para agarrar una carta, volver a ponerse de pies para mirarla, agacharse para dejarla y coger otra, levantarse de nuevo para mirarla, etc.
Tratar de meter una carta en el estuche de la baraja.
Agarrar una carta con una mano y otra con la otra para unirlas entre las manos cara con cara.

- Los niños de 3 a 6 años no tienen aun mucha facilidad para jugar a construir colectivamente un relato lineal sumando cartas de una en una como en el juego de las Lunio Story Cards llamado "La gran historia". Aún les cuesta concebir de forma abstracta una historia de ficción que se desarrolla temporalmente en el imaginario interno. Algunos pueden jugar pero dicen cosas muy simples. Hay otras formas de usar las cartas que les pueden ir muy bien en esas edades. A modo de ejemplo, explicaré cómo jugó una vez una niña de 3 años con las Lunio Story Cards en un casal infantil.

MAPA
Extendidas las cartas cara arriba sobre el suelo, la niña iba agarrando las que quería y las relacionaba oralmente para terminar distribuyéndolas u ordenándolas por el espacio. Por ejemplo, agarraba el bebé y el chupete diciendo: "El bebé tenía un chupete" y las ponía superpuestas en un lugar del suelo. A continuación cogió la carta del brujo y la de la casa y dijo: "El mago estaba en su casa que es ésta porque lo he visto en la caja". Entonces pone la carta del brujo y la de la casa superpuestas en otro lugar del suelo porque había visto que en el diseño de la caja está el mago junto a la silueta de la casa. Y sigue diciendo la niña: "Ésta carta negra es el mar que es oscuro. El mar está aquí. Y en el mar estaban el pulpo y el pez. El barco también estaba en el mar pero más lejos". Al decir eso, puso en un montón las cartas nega, pulpo y pez donde le pareció oportuno localizar el mar y la carta del barco la puso por allí pero separada. Y así sucesivamente, la niña iba construyendo un mapa espacial en lugar de una secuencia temporal. Sería algo así como construir un cuadro o una historia fotográfica en vez de un relato lineal de cartas en fila como es más habitual con estas cartas.

CAMINAR
Otro juego que puede hacerse incluyendo a niños pequeños (de menos de 6 años) es el siguiente. Se colocan todas las cartas en fila sobre el suelo a lo largo de una recta. Entonces, el monitor o educador dice qué dibujo quiere que le den y de qué modo ir hacia él. Por ejemplo: "Traedme el dragón caminando como un dragón". Los niños que participan en el juego, buscarán el dibujo del dragón a lo largo de la fila de cartas mientras practican motricidad caminando como imaginan que lo haría un dragón. Todos los participantes quieren ser el primero que vea esa carta para llevársela al tutor. El primero que la ve, la agarra y se la lleva caminando de esa forma. No necesariamente tiene que haber relación entre el dibujo y la forma de caminar. El tutor puede decir: "Quiero que me traigáis la carta de la manzana caminando como un patito". Y así sucesivamente se desarrolla el juego con diferentes cartas y formas de desplazarse. Aunque el juego puede ser competitivo, lo importante es buscar, estar atentos y moverse. Ni siquiera es necesario decir que hay ganador porque ya los niños se lo toman como un juego de ver quien consigue llevar esa carta al maestro. El tutor puede colaborar con los niños más pequeños del grupo diciendo una carta fácil de reconocer que esté más cerca de ellos en ese momento. Así los pequeños también participan y no ganan siempre los grandes. Por ejemplo, si ves que junto a una niña pequeña está la carta del conejo, puedes decir: "Quiero la carta del conejo y me la traéis avanzando por el suelo como una serpiente". La niña pequeña que está junto a esa carta, la verá y realizará el juego sintiendo que cumple el objetivo. Así se divierten y se desarrollan de forma estimulante con mente, cuerpo y alma.

* Precauciones:
Estas cartas y su envoltorio no han sido fabricadas pensando en que sean chupadas así que quienes se lleven este material a la boca podrían absorber sustancias indigestas, tóxicas o desaconsejables como barniz, tinta, papel y pegamento. Se trata de un material que se puede doblar y romper, resultando así en piezas pequeñas, por lo que puede ser peligroso para quien intente tragarlo. Por tanto, se recomienda que el uso de este tipo de productos se realice bajo la vigilancia de un adulto (que esté en su sano juicio) cuando la persona usuaria tenga menos de tres años. El envoltorio puede tener celofán o plástico, es decir, materiales desechables que nunca deben estar al alcance de un niño. Los responsables del uso que se haga de este material y de las sugerencias de uso son solamente los usuarios.